Estrategias para que nuestros estudiantes entiendan ideas o conceptos nuevos




Maestros, de manera explícita, discutan estas importantes estrategias del aprendizaje con sus estudiantes. Introducidas en el momento adecuado, repasándolas periódicamente y creando oportunidades para que los estudiantes las practiquen, puede hacer la diferencia entre aprender u olvidar el material que se ha enseñado.


Al leer, si encuentras un concepto que es nuevo para tí y que no sabes definir o explicar con claridad, aquí tienes algunas estrategias que te ayudarán:

  • Describe el nuevo concepto contestando las siguientes preguntas: (1) quién (2) qué (3) dónde (4) cuándo (5) cómo (6) porqué.  No importa que no las puedas contestar todas, dos o más preguntas que puedas contestar del nuevo concepto te darán una idea mucho más amplia de su significado.

  • Cuando haces dibujos, escribes las palabras claves o las frases claves o escribes 1-2 oraciones acerca del nuevo vocabulario —o de esos conceptos difíciles que estás estudiando— los vas a recordar y a entender mejor. Si lo prefieres, puedes hacer un círculo alrededor, o pasar una línea debajo, de las palabras claves. Esto te ayuda a segmentar o a separar lo importante de lo que no es importante. Luego, lee en voz alta únicamente las palabras o las frases claves. Finalmente, trata de explicar el  nuevo concepto usando exclusivamente las palabras claves.

  • Visualiza (verla en tu mente) la nueva palabra o el nuevo concepto, pero imaginándola en un contexto diferente cada vez.  Por ejemplo, puedes visualizar aceite dentro de sus diferentes contextos: como grasa líquida para cocinar, como lubricante que aplicamos al gozne de una puerta chirriante o como el petróleo que usamos para combustible.

  • Identifica la mayor cantidad de detalles que puedas relativo al nuevo concepto. Por ejemplo, para caimán (reptil) provee detalles como: apariencia física, hábitat, lo que comen, como se comunican y su categoría o clase. Los más detalles que conozcas, mejor es tu oportunidad para aprender la nueva información.

  • Usa la técnica del cubo; esto es, estudia el concepto diferente o abstracto desde seis puntos de vista diferentes: (1) describe el nuevo concepto dando detalles del mismo (2) compara el nuevo concepto con ideas o con conceptos similares (tamaño, color, función o lo que hacen…) (3) asocia el nuevo concepto a cosas que ya tú conoces (4) analiza el nuevo concepto o rómpelo en partes más pequeñas, en sus elementos o en sus componentes (5) aplícalo, contestando dónde puedes ver el nuevo concepto y cómo lo puedes usar (6) argumenta o debate tanto a favor como en contra del nuevo concepto.

  • Puedes inferir o sacar conclusiones acerca del significado de una palabra nueva o de un concepto confuso con simplemente establecer conexiones con la familia de palabras a la cual el concepto pertenece. Por ejemplo: histórico, historia, historiador, históricamente.

  • Adivina el significado usando toda la información que conoces del nuevo concepto y entonces decide si el significado tentativo que le has dado es adecuado, o sea, si la oración todavía te hace sentido.

  • Presta atención y estudia con detenimiento todos los diagramas y otros visuales que se encuentren en la misma página donde aparece el concepto abstracto.

  • En tus propias palabras, describe los visuales que aparecen en la lectura; por ejemplo, tablas, diagramas, gráficas, mapas. En otras palabras, habla acerca de la información visual que aparece en la página.

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Impresionante banco de preguntas para maestros

 

Tu banco de preguntas

Preguntas, preguntas y más preguntas para planificar y enriquecer nuestras lecciones, desarrollar el pensamiento crítico, evaluar el aprendizaje y retar a los niños

 

La pregunta pedagógica como base del aprendizaje. ~ Toda enseñanza y aprendizaje descansan fundamentalmente en la habilidad del maestro para hacer buenas preguntas. «Tu banco de preguntas» es una potente herramienta pedagógica que depende primariamente del uso de buenas preguntas en el aula para maximizar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Nuestras preguntas a los estudiantes tienen el potencial de mejorar su interés y motivación, por ende, fortaleciendo la ejecución académica de los niños. Las buenas preguntas son la clave para más y mejor adquisición de conocimientos, facilitando el aprendizaje a través de discusiones activas entre los estudiantes. Con buenas preguntas, nuestros alumnos se convierten en pensadores, desarrollando importantes competencias académicas como perseverancia, toma de decisiones y creatividad, entre muchas otras. Son nuestras buenas preguntas las que, con paciencia y diligencia, maniobran a los estudiantes a través del importante proceso del aprendizaje activo, en otras palabras, nuestros estudiantes aprenden a ser metacognitivos, «pensando sobre su propio pensamiento» en orden de contestar, y de hacerse, preguntas que los impulsan hacia el aprendizaje permanente. Las buenas preguntas ayudan a estructurar el pensamiento de nuestros estudiantes. Cuando los estudiantes estructuran su pensamiento, un mejor aprendizaje, estable y significativo, ocurre. «Tu banco de preguntas» da al docente la capacidad de elevar su discurso pedagógico a un nivel óptimo, llevando a nuestros estudiantes a pensar de manera crítica y creativa. La buena pregunta estimula a nuestros alumnos a analizar, a resumir, a sintetizar, a aplicar, a evaluar… Nuestras preguntas son ilimitadas, de la misma manera que las cosas que nuestros estudiantes pueden lograr son ilimitadas. ~ Con nuestras preguntas de propósito guiamos a los estudiantes a definir su trabajo o tarea. Nuestras preguntas de información, por su parte, los fuerzan a escudriñar sus fuentes de información, prestándole particular atención a la calidad de esa información. Las preguntas de interpretación, por otro lado, obligan a los estudiantes a examinar cómo están organizando la información, o cómo le están dando significado a la información. Con nuestras preguntas sobre sus opiniones y suposiciones los llevamos a examinar esas cosas que los estudiantes dan por sentado. Las preguntas de implicación los obligan a seguir el curso de su pensamiento para reconocer en qué dirección va su pensamiento. Nuestras preguntas sobre sus puntos de vista conducen a los estudiantes a analizar su perspectiva o punto de vista personal, así como puntos de vista ajenos (de otras personas). Las preguntas de relevancia o importancia ayudan a nuestros estudiantes a discriminar lo que es y lo que no es importante en el tópico. Las preguntas de certeza toman en consideración la ausencia de errores en orden de evaluar y probar la veracidad de la información. Con nuestras preguntas de precisión estimulamos a los estudiantes a dar detalles y a ser específicos. Las preguntas de consistencia los obligan a examinar su pensamiento (y el pensamiento de otros) en busca de contradicciones. Finalmente, nuestras preguntas de lógica conducen a los estudiantes a considerar la manera en que están juntando diferentes ideas, esto es, a considerar la totalidad de su pensamiento para asegurarse de que todo haga sentido. ~ Relevante para todas las áreas de contenido y niveles, este valioso instrumento incluye una extensa colección de preguntas con sobre 3,000 preguntas divididas en más de 80 categorías. Preguntas, preguntas y más preguntas para planificar y enriquecer nuestras lecciones, desarrollar el pensamiento crítico, evaluar el aprendizaje y retar a los niños. Si existe un recurso que todo maestro debe tener en su biblioteca personal para fácil y rápido acceso, «Tu banco de preguntas» es ese recurso.

 

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