La importancia de la estructura del texto para comprender lo que leemos



Nuestros estudiantes pueden usar la estructura (organización) de un texto para alcanzar dos objetivos principales: (1) para comprender lo que leen y (2) para organizar lo que escriben. Estas son las estructuras del texto que nuestros estudiantes necesitan conocer:

A. Descripción
B. Secuencia o Cronología
C. Problema y Solución
D. Causa y Efecto
E. Comparación y Contraste

Al igual que los escritores tienen que usar una estructura del texto particular para organizar lo que escriben, los lectores necesitan “decodificar” esa estructura para interpretar su contenido, de ahí la importancia de que nuestros estudiantes las reconozcan y las entiendan. Al enseñarlas, es importante que los maestros sigamos el orden arriba presentado, empezando con (A) DESCRIPCIÓN y terminando con (E) COMPARACIÓN Y CONTRASTE. Algunas sugerencias para facilitar el aprendizaje de estas estructuras a continuación.

Antes de leer, con los estudiantes, echa un vistazo al texto para predecir su estructura. Convierte en una rutina el que tus estudiantes predigan lo que ellos esperan encontrar en el texto.

Enséñalos a reconocer los conectores del texto; esto es, palabras o frases que establecen relaciones dentro de un mismo párrafo o entre párrafos. Ejemplos: por otra parte, sin embargo, en consecuencia, así mismo, concluyendo, siguiente…

Enséñalos a llenar, y rutinariamente usar, organizadores gráficos; ejemplos: arañitas (spider webs), matrices, tablas, gráficas… Una vez los estudiantes identifican la estructura de un texto, resúmanla en el organizador gráfico correspondiente.

Explícitamente enseña a identificar la estructura del texto. Usa un procedimiento de “mayor a menor” o de más ayuda a menos ayuda. Esto es:


  • Modela el procedimiento, “pensando en voz alta” y discutiendo como tú (maestro) identificas la estructura de ese texto. Habla de las “pistas” en el texto que te ayudan a predecir.
  • Haz una demostración en equipo, maestro con estudiantes.
  • Los estudiantes practican, solos o en parejas, mientras tú los supervisas (práctica supervisada). Ayúdalos a enfocarse haciendo preguntas y dando pistas que los dirijan a la contestación en el texto o inferida.
  • Los estudiantes practican solos, o práctica independiente. Pueden ser tareas asignadas al hogar.
 
Toma en consideración que este tipo de práctica conlleva varios días/semanas para un mismo texto y debes repetir el proceso con diferentes tipos de texto. Nunca lo asignes como trabajo independiente hasta que tus estudiantes te demuestren que lo pueden hacer sin ayuda, así evitas frustrar a los estudiantes más lentos. Por otro lado, no limites a tus estudiantes más adelantados; si lo pueden hacer solos, figurativamente hablando, “empújalos por ese barranco”.  Gentilmente, pero empújalos.

Asegúrate de que tus estudiantes entiendan y practiquen la importante conexión entre lo que leen y lo que escriben. Refuerza esta conexión a través del organizador gráfico; usándolo como una guía, haz que tus estudiantes lo reescriban en forma de párrafo(s). Una vez tus estudiantes realizan esta actividad cómodamente, rétalos a que reescriban el texto usando una estructura diferente.

Provee para que aquellos estudiantes con limitaciones expresivas creen representaciones no-lingüísticas del texto o dibujos. Por ejemplo, un texto cronológico es ideal para dibujarlo en secuencias. Alternativamente, los estudiantes pueden usar la siguiente guía para resumir: PRIMERO-DURANTE-DESPUÉS-FINALMENTE.

Practica las estructuras del texto a diferentes niveles de complejidad: de párrafo a multipárrafos. Reta a tus estudiantes más adelantados a que transfieran las destrezas adquiridas a textos más complejos. Por otro lado, tus estudiantes más lentos de seguro requerirán más tiempo y más prácticas supervisadas para lograr transferir estas destrezas.

Asigna “búsquedas del tesoro” para que tus estudiantes encuentren y compartan con la clase diferentes ejemplos de las estructuras. Pueden buscar en revistas, periódicos, libros viejos, historias, textos, etc. Esta actividad puede culminar en un collage.

Finalmente, la sugerencia más básica, pero que muchas veces se nos olvida (y ahí es donde nuestros estudiantes empiezan a desmotivarse): ENSEÑA UNA ESTRUCTURA DEL TEXTO A LA VEZ, reforzándola en todo lo que les asignas para que lean y escriban. Una vez tus estudiantes conocen esa estructura, introduce la siguiente, y así sucesivamente. Gradualmente, llévalos a manejar textos con múltiples estructuras. Tú conoces a tus estudiantes: reta al que puedes retar y apoya más al que necesita más apoyo.
 
 

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